Dulce palanca tus besos
Me giran el alma hasta el delirio.
Nuestras bocas lúdicas lampreas
Nos enajenaron con cataclismos de pasión loca.
Al cadalso temible de tus besos
Siempre acudan felices mis labios culpables.
Hecatombe sideral de magnetizados epitelios
Gruta sagrada de aterciopelados muros imantada
Impeles todas mis fibras minerales hasta tus laberintos.
A mordidas lentas agotamos nuestras papilas
Resbalamos nuestras sierpes bucales de nudos febriles
Nos electrizamos con tanto y tantos besos infinitos
Se detuvo el tiempo avergonzado de nuestro beso enfebrecido
Ardimos mas allá de toda vorágine ardiente imaginada.
Que súbitos estertores nos acalambraron las fauces
Fuimos bestias desatadas en la arena del amor desbocado
Enamorados gladiadores que de amor nos arrasamos.